Un Norteamericano en Honduras

Todos hemos escuchado que existió la Escuela Agrícola El Malcotal. Hoy día pocos quedan con vida, que puedan narrar cómo funcionaba en sus mejores momentos, las crisis económicas por las que pasaba y cuál era la visión de su fundador. Este artículo publicado en una revista en 1946 bajo el título “Un Norteamericano en Honduras” es un referente para quienes disfrutan sacar lecciones de las experiencias de desarrollo inspiradoras y el privilegio que han tenido algunos pueblos al contar con benefactores extranjeros, que impactan a su población.

La Escuela de El Malcotal, situada aproximadamente a una milla de Minas de Oro, Honduras, es una institución especial. Fue fundada hace treinta y dos años por Harold I. Brosious, un ingeniero en minas de Minnesota.
El señor Brosious, después de graduarse de la Escuela de Minas de la Universidad de Minnesota en 1904, laboró en su profesión en varias zonas de los EE. UU. hasta 1910. Ese año, a la edad de veintinueve, viajó a Honduras como químico y geólogo de la antigua Gold Copper Mining Company. El año siguiente la compañía quebró y Brosious regresó a los EE. UU.
La región alrededor de Minas de Oro es muy agreste y bella, y produjo tan fuerte impresión en el joven ingeniero en minas, que en 1912 se encontraba de regreso. Al principio buscó oro, pero en pocos meses abandono esta actividad y decidió convertirse en ranchero. Con dinero prestado compró una propiedad a una millade Minas de Oro que bautizó como El Malcotal, importó un lotede ganado Holstein-Friesian de Minnesota y se puso a trabajar en la industria lechera.

Un día, un joven de nombre Miguel Ángel Morales llegó a El Malcotal y le pidió trabajo, Brosious contrato a Miguel y en muy poco tiempo este se identificó plenamente con el hombre de los EE. UU.

Miguel era analfabeta y nunca había asistido a una escuela, a pesar de ello, su aguda inteligencia natural fue un reto para Brosious, quien, en las tardes, después de terminar el trabajo del día, se dedicaba a enseñarle los principios del conocimiento. Al observar los progresos logrados por Miguel, otros muchachos que trabajaban con Brosious le pidieron que también les enseñara. Brosius aceptó y organizó clases en agricultura práctica, minería, Español e Inglés. Este fue el principio de la Escuela Agrícola de El Malcotal.
De este comienzo no planeado e informal la Escuela ha progresado hasta tener una matrícula de más de cien alumnos. La Escuela está localizada en el corazón de una región aislada y de difícil acceso en la sección central de Honduras. Aunque la Escuela está a sólo cincuenta millas (130 kms) de Tegucigalpa, la Capital de Honduras, los canales usuales de comunicación son tan difíciles que toma catorce horas para transportarse entre estos dos lugares. Dos visitantes recientes a El Malcotal describen el viaje en esta forma:

Salimos de Tegucigalpa en una camioneta el 18 de febrero a las 7.00 a.m., llegamos a Cedros vía Talanga a las 11.00 a.m. Salimos de Cedros hacia Minas de Oro siguiendo lo que mejor se podría llamar un camino de bueyes, que se vuelve intransitable en la estación lluviosa. A pura perseverancia y quitando rocas llegamos a las 6.00 p.m. a una comunidad llamada “La Peña“. Dado que había obscurecido y el camino se hacía cada vez más difícil, dejamos el automóvil y seguimos a lomo de mulas —que habían sido enviadas por Brosious-. Después de un viaje de dos horas, llegamos a Minas de Oro, en otros cuarenta y cinco minutos, o sea a las 9.15 p.m., llegamos a El Malcotal

La Escuela está ubicada a una altitud de 4,000 pies en un terreno de lomas cubiertas de pinos. El clima es uniforme a través del año. La lluvia cae en un promedio de setenta pulgadas anuales. Solo existen dos estaciones, la lluviosa y la seca. Las lluvias empiezan en mayo y continúan hasta noviembre, cuando empieza la estación seca. La propiedad de la Escuela incluye 185 acres (74 hectáreas) en ejidos o terrenos municipales en El Malcotal; 1500 acres (600 hectáreas) en el lugar conocido como Las Jaguas, que se extiende de la Escuela al pueblo de Esquías; y más de 1200 acres (485 hectáreas) de vega a orillas del Río Sulaco.
La propiedad ejidal es de Minas de Oro, pero las otras dos son de Brosious. Por ahora solamente 185 acres de ejidos son cultivados, con mejor equipo de labranza y protección sanitaria de los trabajadores, los 1,200 acres de vega podrían también ser laborados.
La Escuela funciona en varios edificios, incluyendo una estructura original de madera que existía en el terreno cuando Brosious lo compró. Al lado de este edificio se encuentra la oficina, un dormitorio para los estudiantes becados; un edificio de dos plantas que alberga aulas de clase, el comedor y los dormitorios para los estudiantes contribuyentes. Una cabaña para el Director Asistente y su familia y los necesarios para el equipo de labranza, completan las instalaciones.
La ubicación de la Escuela es positiva en salubridad y la salud de los alumnos es buena. Durante el período que tiene hasta ahora de funcionar (1914-1946), solamente un estudiante ha muerto en la Escuela. Lo anterior es inusual, especialmente si se toma en cuenta las condiciones generales de salud que prevalecen en esta parte de Honduras, y la condición en que vienen los muchachos cuando llegan a la escuela. También es inusual cuando se piensa que el doctor más cercano está a 50 millas – que tienen que recorrerse a lomo de mula.
Gran parte del crédito sobre la buena salud y sanidad prevalecientes deben ser atribuidos a Brosious. Él tiene un conocimiento práctico sobre medicina y primeros auxilios y ha tratado a los enfermos, tanto dentro como fuera de la escuela por muchos años. La gente sabe que no es doctor, pero tiene gran confianza en sus poderes curativos, debido a su procedencia de los Estados Unidos, la gran república de Norte América. Un buen trato y su origen hacen que la gente acuda a él cada vez que están en problemas, no solamente por salud sino también en otros casos.
Brosious empezó a recibir alumnos en 1914. Su objetivo original era ayudar a los muchachos lugareños a obtener una educación que les ayudaría en una forma práctica a tener una vida útil y feliz. Durante los primeros quince años la Escuela funcionó casi exclusivamente con muchachos pobres que querían trabajar por su educación y no tenían otra forma de pagar por ella. En 1929 fueron aceptados los primeros alumnos contribuyentes y su número ha ido en aumento constantemente en tal forma, que hoy el alumnado está dividido en forma igualitaria entre los estudiantes becados y no becados, los primeros pagan una pensión mensual equivalente a 20.00. Esta suma incluye el pago de vivienda, alimentación, instrucción y lavado. De 1914 a 1945 cerca de 300 alumnos se graduaron de la Escuela de El Malcotal.
Estos graduados se encuentran ahora por todas partes y muchos han alcanzado posiciones de confianza y responsabilidad. Dado que Brosious enseña el Inglés con gran efectividad, varios de sus graduados han encontrado empleo en barcos que viajan entre Honduras, Panamá y los EE. UU. Otros como César Díaz del Valle, han sido empleados como gerentes de lecherías por hacendados hondureños. Algunos, como Antonio Fernández, han sido empleados por la United Fruit Company, por sus conocimientos de Inglés y agricultura. Antonio Fernández se graduó de El Malcotal en 1930 y de la Escuela de Agricultura de la Universidadde Minnesota, en 1932, ahora trabaja como agrónomo con la United Fruit Company.
Julio Pineda es probablemente el graduado de mayor éxito. Nació en Jinotepe, Nicaragua y asistió a la Escuela de El Malcotal de 1930 a 1937. Ese año se matriculó en la Escuela de Agricultura de la Universidad de Minnesota en la cual se graduó con honores en 1939, diez y ocho meses después de matricularse. Debido a que su forma de pensar era muy similar a la de Brosious, después de graduarse en la Universidad de Minnesota se le contrató para trabajar como Director Asistente de El Malcotal. Recientemente ha sido nombrado Asesor Técnico (supervisor) de la educación inedia en Honduras.
Otros graduados sobresalientes Incluyen a Alfonso Quintanilla y Francisco Ortiz, que son ahora profesores de Inglés en El Salvador; Donald y Julio Delgado, que han estado en El Malcotal por diez años como estudiantes y profesores; Walter y George Cameriano, que estudiaron en El Malcotal y al graduarse se les contrato como maestros de tejidos; Julián Cruz, un próspero ganadero y empresario hondureño; y Cesar Zepeda., también un ranchero y hombre de negocios prominente.
Muchos de los graduados llegan a los Estados Unidos a continuar sus estudios como regla realizan un excelente trabajo en nuestras escuelas. En el último año dos muchachos fueron matriculados en institutos de secundaria en los Estados Unidos, uno en Texas y el otro en New York. Antes de llegar a los Estados Unidos estos muchachos habían asistido al Malcotal durante un año. Al momento de inscribirse en El Malcotal, uno de los muchachos sabia un poco de Inglés y el otro nada. Ambos están ahora realizando un magnífico trabajo en este país.
Graduados de El Malcotal han empezado a matricularse en la Escuela Agrícola Panamericana, fundada en 1941 por la United Fruit Company en El Zamorano, Honduras. En 1945, siete de los chicos de Brosius se matricularon allí y cinco se graduaron en Marzo de 1946. Todos estos muchachos realizaron una excelente labor en el Zamorano y el Director y los maestros de esa escuela le dijeron a Brosious que los jóvenes procedentes de El Malcotal fueron los mejores alumnos que ellos habían tenido.
La mayoría de los graduados regresan a sus comunidades donde se convierten -en su mayor parte- en prósperos agricultores o empresarios. Las comunidades hondureñas los reciben muy bien y buscan sus consejos en muchísimos problemas por sus conocimientos en salud, fisiología y agricultura y además, por su alta categoría moral tienen un valor adicional para cualquier pueblo.
Robert R. Bovd de la compañía de California, quien visitó Honduras en el invierno de 1946, fue impresionado favorablemente por los graduados en El Malcotal que encontró en varias partes del país. En una carta de fecha 25 de Abril de 1946, el Dr. Roy Tasco Davis de la oficina de Servicios de las Escuelas Interamericanas, escribió: “Durante mi visita tuve la oportunidad de contactar un gran número de ex alumnos de la Escuela El Malcotal y me fui muy impresionado con los resultados de la educación que habían recibido en dicho lugar. Mi primer contacto se realizó cuando me bajé del aeroplano en Tegucigalpa y me encontré con un joven de buena presencia que actúa corno intérprete en la casa de aduanas y como contacto general para el público en el aeropuerto de la Pan American. Él fue capaz de resolver varias de mis dificultades, y desde ese momento, estuve en contacto casi constante con muchachos y hombres maduros que han aprendido Inglés en El Malcotal. Los encontré en posiciones de confianza con las compañías fruteras en la Ceiba, Tela, San Pedro, Lima y en todas partes. Los señores Marsh y Mcluth de la United Fruit Compay hablan muy encomiásticamente de los muchachos empleados por ellos y graduados en El Malcotal, agregando que eran sobresalientes en carácter y habilidades.
El lema de la escuela es “El mayor bien para el mayor número”, y su objetivo es ayudar a la mayor cantidad de muchachos desarrollar sus talentos y carácter, para que se vuelvan los hombres más útiles y felices en sus comunidades. Esto se ha logrado en muchas instancias, como lo hemos visto.
El programa de estudios incluye los siguientes cuatro cursos:
Primer Curso
  • Inglés
  • Agricultura
  • Trabajo Manual
  • Cocina (electiva)
Segundo Curso
  • Composición en Inglés
  • Aritmética
  • Historia de los EE. UU.
  • Fisiología
Tercer Curso
  • Fisiología avanzada
  • Retórica
  • Expresión lingüística
  • Física
  • Manufactura de queso y mantequilla
  • Agricultura
  • Trabajo Manual
  • Álgebra (electiva)
  • Botánica
  • Historia antigua
  • Geometría (electiva)
Cuarto Curso
  • Química
  • Mineralogía
  • Composición avanzada
  • Geología
  • Literatura inglesa
  • Experimentación
  • Literatura Americana
  • Análisis Cuantitativo
Toda instrucción es en inglés. Durante los primeros meses después de matricularse los muchachos estudian el idioma intensamente al punto de obtener maestría. La habilidad de Brosious como maestro de Inglés es extraordinaria. Muchachos que se matriculan en su escuela sin tener el menor conocimiento del idioma son capaces, en un período de diez y ocho meses, estudiar y asimilar perfectamente cursos a nivel universitario sobre química y análisis cuantitativo y usando textos en inglés.
Durante ese entrenamiento intensivo de inglés los muchachos también estudian agricultura y el uso y cuido de los instrumentos y equipos. Estas últimas actividades preparan a los muchachos para las próximas labores agropecuarias en la Escuela y también les da la distracción necesaria y bienvenida después de su concentración en el inglés. Todos los estudiantes, salvo que hayan sido eximidos por Brosious siguen el programa regular de estudios.
Es de hacer notar que el pensum ha sido notablemente influenciado por el entrenamiento de Brosious como ingeniero en minas. Esto es especialmente observable en relación a los estudios científicos y matemáticos. Anteriormente se enseñaba más agricultura, pero últimamente esta área se redujo para dar cabida a osos estudios.
Existe poca recitación porque Brosious cree en el progreso individual y que los maestros enseñen. Los horarios de clases son los siguientes:
  • 6.00 a.m. a 8.00 a.m. Trabajo en la granja
  • 8.30 a.m. a 9.30 a.m. Desayuno
  • 9.30 a.m. a 1.30 p.m. Clases para los estudiantes contribuyentes y trabajo para los becarios.
  • 1.30 p.m. a 2.30 p.m. Almuerzo
  • 2.30 p.m. a 4.00 p.m. Estudios o recreación
  • 4.00 p.m. a 8.00 p.m. Clases para todos los estudiantes.
A las 8.30 p.m. las luces se extinguen y todo mundo se retira. Se debe señalar que solamente hay dos comidas durante el día y que los alumnos contribuyentes reciben más clases durante el día que los becarios. Aunque las rutinas diarias para los dos grupos de alumnos son diferentes, hay que hacer notar que no existe ninguna otra diferenciación entre estas dos clases de estudiantes. El señor Brosious insiste en que no haya ninguna distinción de clase entre los que pagan y los que contribuyen con su trabajo.
Los muchachos y profesores son leales y están plena y profundamente identificados con Brosious y la Escuela. Frecuentemente los alumnos se levantan a las cuatro de la mañana para disponer de más tiempo para estudiar, y si los alumnos lo solicitan, los maestros también se levantan a esa llora para dar especial atención a los alumnos que la necesitan. Para ganar algún dinero extra, muchos de los muchachos trabajan en las minas circunvecinas de las 6.00 a.m. a las 5.00. a.m. Cuando los tiempos han sido difíciles y la Escuela ha necesitado fondos, los estudiantes han donado alegremente sus ganancias extras al señor Brosius para avalar a pagar por los alimentos.
Aunque los estudiantes trabajan largas horas en tareas fatigosas y solamente tienen dos comidas al día, es observable que todos ellos ganan peso durante su permanencia en El Malcotal. Estos aumentos de peso en el primer año son notables. No es raro que los muchachos aumenten de peso en un 30 por ciento durante su primer año. Durante el recién terminado año académico, que concluyó en Marzo de 1946, un muchacho aumento veintisiete libras y varios entre 30 a 40 por ciento del peso que tenían cuando se matricularon. Esta ganancia en peso, después del primer año no son tan notorias, pero siempre se observan. Todo esto da testimonio del valor alimenticio de las comidas y de las excelentes condiciones de salud que disfrutan los alumnos de El Malcotal.
El catálogo de la Escuela establece que solamente muchachos de diez a quince años que han terminado el tercer grado de primaria y que son de buen carácter y moralidad, serán admitidos. En la realidad, un muchacho que demuestra interés en tener una educación y está dispuesto a trabajar para lograrla, es generalmente aceptado. Brosious se siente moralmente obligado en matricular a todos los jóvenes de buen carácter y solamente niega su admisión cuando no existe otra alternativa. Él lo ha dicho con frecuencia que se estremece al pensar en cuantos posibles genios se ha visto obligado a rechazar durante los treinta años en que la escuela ha estado operando. La siguiente declaración presenta muy claramente lossentimientos de Brosious sobre sus obligaciones con la Juventud de Honduras:

“Solamente cuando uno tiene que rechazar la solicitud para ingresar a una escuela, como tengo que hacerlo yo todas las semanas, es que uno siente que el derecho al estudio pertenece al muchacho que está dispuesto a trabajar por su educación. Cuando un joven llevando sus cobijas y maleta a la espalda durante cinco días, atravesando ríos caudalosos y profundos y pasando tormentas para poder llegar a esta pequeña escuela, uno no tiene el derecho moral de rehusarle su oportunidad. Esto sucedió con un solicitante hace poco y pueden muy bien creer que este muchacho obtuvo su oportunidad y está haciendo una buena labor“.

Hace unos pocos meses recibí una carta de un joven desconocido que deseaba venir y estudiar. Pero él dijo que era pobre y que no podía pagar más que la mitad de la cuota de veinte dólares mensuales. Le expliqué que la mitad no pagaría por los gastos – ya que el precio de los alimentos había aumentado varias veces su valor-. Pero le expliqué que si en realidad quería estudiar podría venir y trabajar por el valor total de su sostenimiento mientras estudiaba. Llegó y es un excelente estudiante. También es una excelente persona. El otro día me dio $40 y me pidió que lo dejara estudiar con los alumnos aportantes durante dos meses. Así que ahora está haciendo eso y está logrando increíbles progresos en su inglés. Antes de venir había plantado un terreno con frijoles y su mamá los había vendido le habla enviado el dinero. Él está invirtiendo su dinero tan duramente ganado en su preparación intelectual. ¿Puede alguien superar eso en cuanto a sentido común? Naturalmente, una vez que sus dos meses hayan transcurrido yo veré que siga estudiando como un alumno aportarte. Es una satisfacción ayudar a alguien tan deseoso de llevar a cabo su plan. Este joven se convertirá en un gran maestro y yo lo tendré enseñando Inglés a principiantes dentro de poco tiempo.
Además de Brosious y Julio Pineda, en la actualidad la facultad incluye a Donald y Julio Delgado y Walter y George Camal-lana Brosious cataloga a Julio Pineda y Donald Delgado como los mejores maestros que ha tenido. Ambos están muy identificados con Brosious y han declinado ofertas muy beneficiosas de trabajo en otros lugares para permanecer en la Escuela de El Malcotal. El siguiente extracto de una carta de Brosious del 30 de junio de 1945, refleja la estrecha unión de Brosious con sus maestros.

“Uno de los mejores maestros que he tenido es Donald Delgado. Él ha vivido conmigo durante nueve años desde que tenía catorce años. Pero este año decidió dejar de enseñar y tomar un curso por correspondencia de ingeniería eléctrica y logró empleo en una planta eléctrica en la Costa. Su hermano Julio lo iba a sustituir como maestro. Pero Julio quería ir al Zamorano y aprender más sobre de agricultura y cuando partió le telegrafió a Donald de su partida. Donald, conociendo la terrible situación que esto me produciría, se comunicó de inmediato a su jefe, dejó un trabajo que amaba y a donde se le pagaba bien, para venir a trabajar conmigo por casi nada. Espero que me sea permitido ayudarle a mi vez, en tal forma, que pueda ver que su bondad y preocupación son apreciados.”

Julio Pineda ha sido nombrado supervisor de educación primaria por el Ministerio de Educación y pronto asumirá sus nuevas funciones. Probablemente Donald Delgado tomara su lugar como Director Asistente.
Los temas académicos son enseñados por Brosious, los hermanos Delgado y Julio Pineda; los cursos sobre agricultura por Brosious y Pineda. Los dos hermanos Camoriano enseñan tejidos. En la clase de tejidos, los muchachos no solamente aprenden una artesanía, sino también tejen las telas requeridas para la confección de las ropas de todo el cuerpo estudiantil.

Todo el éxito de la Escuela se basa en que se ha adaptado a las condiciones locales. Está realizando una tarea muy necesaria en Honduras, dar a unos cuantos hondureños que tienen poco dinero un entrenamiento excepcional en los fundamentos de la educación y preparándolos para utilizar y desarrollar los recursos del país.

La Escuela está haciendo algo más que esto; a través de su entrenamiento en Inglés y las costumbres norteamericanas, y especialmente a través de las cualidades personales del señor Brosious, ejerce una influencia saludable en la promoción de mejores relaciones entre Honduras y los Estados Unidos. En reconocimiento a la importancia de esa labor que realiza esta escuela, la Fundación de la División de Ciencia y Educación de la Oficina de Asuntos Interamericanos, en 1942 donó a la Escuela de El Malcotal 7.500. para la compra de equipo, reparaciones y el pago de salarios para los maestros.
Un visitante reciente describe el trabajo que se realiza en El Malcotal en la forma siguiente: “Yo estaba escéptico de los resultados que se lograban con tales cursos para jóvenes de procedencias tan diversa. Pero las notas que contienen los exámenes practicados y que acompaño en carpeta separada con otros documentos sobre la Escuela, me han sacado de dudas. De todos los que reconocen y mencionan las fallas del señor Brosious, así como cantan sus virtudes, tengo pleno testimonio de sus extraordinarias habilidades como maestro. Algunos padres de familia le han enviado muchachos atrasados, descarriados, indiferentes; y en todos los casos Brosious ha logrado hacerlos hombres capaces. Nunca he visto muchachos con más actividad cerebral o más deseos de aprender.
La matrícula en febrero de 1945 fue de 104 que incluía 35 alumnos contribuyentes y 69 becados. La matrícula exacta para 1946 se desconoce, pero será de más de 100. Esto representa el sesenta y uno por ciento más que en 1942, cuando la matricula fue de 64.
Las finanzas han sido un problema permanente en El Malcotal. Exceptuando las colegiaturas y la venta de productos agrícolas, la Escuela siempre ha dependido de los ingresos que han llegado a través de Brosious. Él ha entregado todos sus ingresos a la escuela, incluyendo Si0,000 de comisiones por la venta de la Mina Agua Fría. Su socio ha donado cerca de $29,000 para el desarrollo y mantenimiento de la escuela. Brosious también ha hipotecado fuertemente sus propiedades para conseguir dinero para la Escuela, a veces obteniendo préstamos con intereses tan altos como 24% al año.
En Noviembre de 1945 un socio minero de Brosious (creemos que fue Thomson le adelantó fondos para comprar lo necesario y completar el equipo de pruebas mineralógicas y la perforación en sus terrenos).
Brosious se sintió muy complacido con este préstamo porque todavía tenía esperanzas de encontrar una veta aurífera que pudiera pagar por sus deudas acumuladas y que pusiera a la Escuela en una condición de sana economía. Al recibir estos fondos dijo: Espero poder usar este dinero para darle a la Fortuna la oportunidad de sonreírle a nuestra escuela si así lo quisiera hacer”.
Además de los $7,500 donados a la Escuela por la División de Ciencia y Educación de la Oficina de Asuntos Interamericanos, para los propósitos antes señalados, el Servicio de Escuelas Interamericano del Consejo en Educación Americano, también ha contribuido en forma limitada a través de la donación de libros y materiales de instrucción. Pero la Escuela es la creación del señor Brosious cualquier logro alcanzado es el resultado de su inagotable energía, devoción y habilidad como maestro y su sacrificio financiero.
El punto de vista hondureño hacia la labor del señor Brosious fue ampliamente expresado en una declaración dada al señor Boyd por un empresario de Tegucigalpa.
El señor Brosious ha hecho más por Honduras que cualquiera otro extranjero que ha venido a vivir aquí, no solamente en proveer condiciones para brindar educación a muchachos que —sin su colaboración- nunca la tendrían, mejorando así su nivel de vida, pero también en cambiar la antipatía que anteriormente había contra los norteamericanos y promoviendo un sentimiento de amistad hacia el pueblo de los Estados Unidos”.
Reportaje publicado por un oficial educativo de la Fundación Educativa Interamericana, en el Boletín de la Unión Panamericana en 1946, traducida a español por Marcial Sandoval para el libro Jerónimo Viejo, con adaptaciones de estilo para esta publicación.

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